Hacemos las cosas de otra manera by Mark Stevenson

Hacemos las cosas de otra manera by Mark Stevenson

autor:Mark Stevenson
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ciencias sociales, Filosofía
publicado: 2019-09-25T22:00:00+00:00


Estoy en una sala de reuniones anodina en el Centro Europeo para las Energías Renovables, el cuartel general desde el que se coordinan todos los proyectos energéticos de Güssing, de los cuales hasta ahora solo he visto una pequeña selección. Podría estar en cualquier parte, excepto por el hecho de que a lo largo de una pared cuento más de veinte premios referentes a energía y sostenibilidad procedentes de todo el mundo. Uno, concedido en Japón, se refiere a la planta de biomasa que vi ayer: «En reconocimiento por su destacada contribución a la resolución de problemas medioambientales globales y a la creación de un futuro sostenible». Japón se interesó durante un tiempo por Güssing, explorando posibilidades para reducir la dependencia de la nación en la importación de energía y sustituir la generación nuclear doméstica, que se ha vuelto cada vez más impopular tras el accidente de la central de Fukushima provocada por el tsunami catastrófico de 2011. El premio lleva el nombre de Reinhard Koch: el hombre al que Joachim llamaba El Maestro.

Lo primero que advertimos en Reinhard (Reinnie para los amigos) es su altura. Mide dos metros y es, según todos los estándares, monstruosamente alto. Cuando entra en la habitación, me pregunto inmediatamente por qué no se convertiría en jugador de baloncesto en lugar de ser ingeniero. Te agrada inmediatamente, es seguro de sí mismo sin ser arrogante, inquisitivo pero no agresivo, se expresa con precisión pero sin pedantería. Fue un chico inteligente de una familia de clase media local y estudió ingeniería electrónica, pero, como casi todo el mundo al parecer, tuvo que trasladarse para encontrar trabajo.

«¿Sabías que la capital de Burgenland es Chicago?», pregunta.

Se explica al ver mi expresión confusa.

«Entre la I Guerra Mundial y la II, el 90 % de la población abandonó la provincia. Muchos fueron a Estados Unidos. ¡Actualmente hay más de medio millón de burgenlandeses en Chicago!» Eso es mucho más que la población actual de la provincia, que es de menos de 300.000 personas, y ha creado unos cuantos problemas para la recogida de biomasa local. «Muchos propietarios de bosques y campos de agricultura están en Estados Unidos. Muchos ni siquiera sabían que eran suyos. Los heredaron, pero ellos nunca han estado aquí.»

Nacido en los años sesenta del siglo XX, Reinhard no llegó a irse a Chicago, pero como muchos de los de su generación, se marchó de su ciudad.

«Mis amigos y yo ya lo sabíamos: acabas la escuela y tienes que irte a Viena. ¡Hala!»

Pero casi todos los fines de semana volvía a su pueblo, Strem, no solo porque le encantaba el campo y ver cómo cambiaba con las estaciones, sino para disfrutar de su pasión por –¡ajá!– el baloncesto. Durante muchos años fue un jugador estrella de los Caballeros de Güssing (un club que ahora le pertenece). Como sus ambiciones estaban muy claras, pronto progresó, tanto en su trabajo diario como en el deporte, y cofundó un estudio de ingeniería en la capital que consiguió contratos importantes, mientras al



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.